miércoles, 10 de febrero de 2016

Astro

No vemos su forma
pero sí la marca
que deja,
al caer sobre la ruta
corta el medio del campo
donde nadie nos espera. 
Acá podemos admitir derrotas
y hasta olvidarlas.
Una luz rosa
y esos dos molinos
uno al lado del otro,
sin rastros
de quien los construyó.
No hay nada con el sol
no es más que el sol
y sigue ahí.
Todos los días de mi vida
va a estar en el cielo.
Lo que nos rodea
no sabe que estamos
en ese segundo que se apaga
ni bien ocurre
y esa garza que vuela al ras
del suelo tampoco nos ve.
Ni los caballos de crines largas
marrones vivos.
Todo lo que invente ahora
existe
cuando la belleza es tanta
que ni lloramos,
el aire parece de oro
quiero tenerlo siempre
con la misma seguridad que al sol.